Hoy partimos rumbo a Zapallar a la espera de instrucciones… estuve en internet un rato. Ya me había puesto con Max de acuerdo para ir a Cachagua… yaaay! Con almuerzo en “Los Coirones” incluidos, pero después llegó Christian y me destinó a Catapilco… buuu. En el intertanto, llegaron pacientes y después no nos dimos ni cuenta y solicitaron una ambulancia porque hubo un volcamiento a la altura de L’Ermitage (en Cachagua, al lado de nuestra casa! =O) y la afectada era nada más ni nada menos que Carola, la polola de Christian :O!... al rato llegó la ambulancia, con Christian megarrelajado, y menos mal que a Carola no le pasó nada más que el susto. Tipo 11 de la mañana fuimos a Catapilco, porque el rating estaba ultraalto y había que ir a despejar. Llegamos y solucionamos todo =)… yaaay! De ahí almorzamos. No me gustó mucho el almuerzo: tallarines con salsa mezclada y pollo con arvejas… yo que amo las pastas, en verdad que me descompensé. En la tarde seguimos viendo gente, y después revisamos mi paso de RCP. Christian se fue a las 16 a Quintero, y con Fernando estuvimos hasta las 17 dando jugo, hasta que vimos una paciente que estaba con tortícolis.
De ahí vuelta a la casa, para que después Fernando me mostrara el súper descubrimiento que hizo ayer: la bajada a la playa larga de Cachagua al ladito de nuestra casa. O sea! Súper, en 10 minutos bajando a pie llegamos a la añorada playita… y nuestra casa queda al lado casi de “Los Coirones”!!! trininiii… y a 5 min teníamos un cibercafé y un minimarket… era máximo! Menos mal que lo descubrimos ahora y no justo antes de irnos.
Regresé a casa y solo me tomé un jugo, porque los calzones rotos que nos dio el dentista ya habían cumplido mi cuota calórica del día.
A las 19 ya no daba más de sueño, así que me acosté a dormir, hasta las 21:30 que fue cuando me hice un sándwich con un capuccino. De ahí me puse a armar uno de estos camioncitos que vienen en el pan de molde, y me dieron las 11 de la noche… y ahí fue cuando apareció la nostalgia, pensando que en ese preciso momento empezaba el evento de HPS de The Halfblood Prince, y que no estaba ahí para presenciarlo, a pesar de haber sacrificado mis tardes de viernes del año pasado para poder ir… y ahora sólo por una mala decisión perdérmelo. Realmente triste en ese momento… así que me fui a dormir con algo de rabia y de pena.
De ahí vuelta a la casa, para que después Fernando me mostrara el súper descubrimiento que hizo ayer: la bajada a la playa larga de Cachagua al ladito de nuestra casa. O sea! Súper, en 10 minutos bajando a pie llegamos a la añorada playita… y nuestra casa queda al lado casi de “Los Coirones”!!! trininiii… y a 5 min teníamos un cibercafé y un minimarket… era máximo! Menos mal que lo descubrimos ahora y no justo antes de irnos.
Regresé a casa y solo me tomé un jugo, porque los calzones rotos que nos dio el dentista ya habían cumplido mi cuota calórica del día.
A las 19 ya no daba más de sueño, así que me acosté a dormir, hasta las 21:30 que fue cuando me hice un sándwich con un capuccino. De ahí me puse a armar uno de estos camioncitos que vienen en el pan de molde, y me dieron las 11 de la noche… y ahí fue cuando apareció la nostalgia, pensando que en ese preciso momento empezaba el evento de HPS de The Halfblood Prince, y que no estaba ahí para presenciarlo, a pesar de haber sacrificado mis tardes de viernes del año pasado para poder ir… y ahora sólo por una mala decisión perdérmelo. Realmente triste en ese momento… así que me fui a dormir con algo de rabia y de pena.
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