La noche estuvo megafría y la mañana aún peor… así que menos mal que me armé de mis guantecitos y gorro de Hello Kitty. Partimos a Catapilco, porque hoy volvía el Dr. Marcone, así que teníamos que ir a vender el proyecto... en el camino, todo lo verde estaba decorado por escarcha, lo cual le daba un toque ultraespecial, así como navideño campestre.
Llegamos a Catapilco, donde hacía un frío tremendo, y el Dr. Marcone ya había llegado… y me preguntó varias veces qué onda conmigo, porque yo tenía que estar en Zapallar, pero al menos le hablamos del plan de promoción. Y ahí cachamos cuál es el “Poder de Imponer las manos”, aka “Rockstar Style” en el cual todo el mundo ama al doctor y no quiere a nadie más (igual miedito…) Jaja. Toda la mañana estuvimos en controles de crónicos: casi puros hipertensos y apenas un diabético.
Vino la hora de almuerzo… y ya me daba susto mirar el tapper, menos mal que no había vértebras esta vez (uffff menos mal!) a cambio, había puré casero y pollo… lo que no estaba malo. Después me comí la ensalada, pero me dio así como latita comer manzana.
A las 14 se reabrió el boliche… no vimos tantos pacientes, porque había que hacer la latosa pega administrativa, así que contamos los exámenes del mes de julio y vimos un par de pacientes. Parece que me voy a tener que quedar en Catapilco desde ahora en adelante, tanto por el desarrollo del proyecto como por la falta de docentes UV en Zapallar… pero bueno, es lo que hay no más.
A las 16:30 nos liberaron para que no nos atrapara el taco… el cual enfrentamos un poquito. Fernando me dejó en Concon pasadas las 18.
Tareas para la próxima semana: Ir a la playa todos los días en plan de “Terapia Intensiva” y conocer playa “Las Cujas”…
Llegamos a Catapilco, donde hacía un frío tremendo, y el Dr. Marcone ya había llegado… y me preguntó varias veces qué onda conmigo, porque yo tenía que estar en Zapallar, pero al menos le hablamos del plan de promoción. Y ahí cachamos cuál es el “Poder de Imponer las manos”, aka “Rockstar Style” en el cual todo el mundo ama al doctor y no quiere a nadie más (igual miedito…) Jaja. Toda la mañana estuvimos en controles de crónicos: casi puros hipertensos y apenas un diabético.
Vino la hora de almuerzo… y ya me daba susto mirar el tapper, menos mal que no había vértebras esta vez (uffff menos mal!) a cambio, había puré casero y pollo… lo que no estaba malo. Después me comí la ensalada, pero me dio así como latita comer manzana.
A las 14 se reabrió el boliche… no vimos tantos pacientes, porque había que hacer la latosa pega administrativa, así que contamos los exámenes del mes de julio y vimos un par de pacientes. Parece que me voy a tener que quedar en Catapilco desde ahora en adelante, tanto por el desarrollo del proyecto como por la falta de docentes UV en Zapallar… pero bueno, es lo que hay no más.
A las 16:30 nos liberaron para que no nos atrapara el taco… el cual enfrentamos un poquito. Fernando me dejó en Concon pasadas las 18.
Tareas para la próxima semana: Ir a la playa todos los días en plan de “Terapia Intensiva” y conocer playa “Las Cujas”…
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